martes, 17 de agosto de 2010

LA ALEGRIA DEL MAR, EL MEJILLÓN

Desde el punto de vista metódico, Mytilus es un molusco marino, de la clase Bivalva, suborden, Autobranchia, orden, Cyrtodontida y de la  famila Mytilidae. A partir del punto de vista banal y familiar, se trata del humilde y natural mejillón. Alguno de ustedes seguro que pensaba que les iba a largar un rollo científico, pues no, pero si, darles un poco de información, sobre este sabroso bichito que tantos platos nos proporciona.
Parece ser, que el origen de los mejillones se remonta al Jurásico, pero el genero no fue  identificado hasta 1758 por Linneo. La familia Mytilidae se reconoce por la forma y el relieve de la concha, la estructura de la charnela, que es la estructura elástica que une las dos valvas y las estrías musculares o asientos de los músculos aductores. Como observarán, al realizar anteriormente la clasificación del Mejillón, nos habíamos quedado en el género Mytilus. Por razón de descripciones anatómicas y hasta muy avanzada la segunda mitad del siglo XX, se distinguían en Europa, tres especies de Mytilus. Mytilus edulis , mejillón azul o mejillón atlántico, Mytilus galloprovincialis o mejillón mediterráneo y finalmente Mytilus tróssulus presente exclusivamente en el mar Báltico.
En el caso de otros Mytilidos como Mytilus californianus o Mytilus chilensis las distintas especies de mejillones entran en nichos ecológicos análogos, asentándose en territorios de aguas agitadas, donde viven de forma asentada, fijados a sustratos resistentes, como rocas, guijarros y arenas de mar compactas. El tipo de vida, así como su localización litoral e intermareal, lo exponen a las condiciones típicas de la vida intertidal, en la cual uno de los primordiales condicionantes es la exposición reiterada al aire durante la marea baja. El límite de supervivencia en esta zona viene condicionado por la duración del periodo de exposición al aire y por el grado de humedad disponible durante ese tiempo.

En las costas de Galicia ha sido tema de controversia a lo largo de muchos años la identificación del mejillón actual. Primeramente fue catalogado como mejillón atlántico o Mytilus edulis; pero datos aportados desde 1.970 y confirmados al día de hoy mediante técnicas genéticas, permiten identificar con seguridad a los mejillones de Galicia como Mytilus galloprovincialis. Estos mejillones son de la especie mediterránea, ya que n la península Ibérica solo existe Mytilus galloprovincialis.
El trabajo realizado por investigadores españoles y otros de origen británico permite afirmar que la expansión hacia el norte de galloprovincialis, desde su origen mediterráneo, es muy extensa. Inclusive, se han localizando poblaciones de esta especie en la orilla oeste de Norteamérica, Nueva Zelanda, Tasmania y Japón. Es posible que la clave de este fenómeno se encuentre en el transporte marítimo. En Europa se han encontrado poblaciones de Mytilus galloprovincialis en el sur de Inglaterra e Irlanda, Francia y Bélgica, asociándose en algunas zonas con Mytilus edulis. El mejillón del Báltico sigue ceñido a este mar debido a su carácter cerrado, aunque curiosamente se han descubierto poblaciones de este mejillón en Japón.
Creo que por todos es sabido, que Galicia es la principal productora mundial de mejillón, sin embargo las industrias están autorizadas a enlatar mejillones chilenos o vender mejillón congelado de otras latitudes sin dar explicación alguna. El conocer la identidad de la especie que se introduce en la lata tiene una notable repercusión económica.
En España el cultivo del mejillón comenzó en Tarragona en el año 1901 propagándose a Barcelona en 1909. En Galicia durante las primeras décadas del siglo XX se realizan intentos para lograr cultivos en cercados o estacas al modo francés, pero no es hasta la década de los 40 cuando los intentos tienen sus primeros éxitos.
Anteriormente la obtención natural de mejillones de las rías gallegas era utilizada especialmente como cebo para pesca y el abono de las tierras de cultivo, y para ello se extraían directamente de las rocas.
Vayamos a lo concreto, los mejillones son moluscos que viven formando comunidades más o menos numerosas, fijados a las rocas a las que se adhieren por medio de su pie. Se localizan en la zona de mareas o por debajo de esta, pero siempre en sitios de no mucha profundidad.
El volumen de filtración de los mejillones es formidable, pudiendo llegar a bombear hasta 8 l. por hora, de ahí que se les denominen filibranquios, porque los filamentos o ramificaciones de sus branquias tienen mazos entrelazados de cilios equivalentes a pelos.
Para los más curiosos, les diré que los mejillones son unisexuales. Cada hembra puede llegar a poner más de un millón de óvulos y la incubación suele durar de una a dos semanas, dependiendo de la temperatura del agua.
Como decíamos, el mejillón es propio del Atlántico y Mediterráneo, y se encuentra pegado a las rocas en las costas de Europa y América. Debido a sus excelentes propiedades de crecimiento rápido, facilidad para adherirse a soportes y una apreciada carne, se cultiva en criaderos y viveros, incidiendo en que los países productores más importantes son, España, sobre todo en las Rías Gallegas y los Países Bajos.
A modo de información, y como muchos de ustedes ya sabrán, la técnica tradicional de obtención de mejillón en Galicia es el de cultivo en batea. Este sistema es el de mejor provecho de los conocidos, y las 250.000 toneladas de mejillón distribuidas anualmente en Galicia, suponen más de la mitad de la producción global por cultivos de este molusco.
En esta técnica, la simiente del mejillón se instala sobre cuerdas que cuelgan de unas plataformas flotantes o bateas situadas en el interior de las rías, donde permanecerán íntegramente sumergidas hasta conseguir su peso comercial.
La batea está constituida básicamente por una serie de flotadores que soportan una serie de listones de madera, normalmente de eucalipto y de forma rectangular, con una superficie no superior a los 500 m2. El número de flotadores está consecuentemente relacionado con el tamaño y el envejecimiento de las mismas; así las más antiguas suelen tener un flotador central, mientras que las más modernas constan de varios flotadores.
Las cuerdas utilizadas para el cultivo suelen medir de 12 a 20 m. y llevan interpuestos cada 50 cm. unos listones de madera o plástico, para distribuir el peso del mejillón a lo largo de toda la cuerda, impidiendo igualmente que éste se desprenda.
Estos cabos, con la simiente, se calan en el mar colgando de la plataforma. El alimento de este molusco filtrador será toda la materia orgánica que pasa en partículas. Cuando el peso de la cuerda es de aproximadamente 100 Kg. y con el fin de evitar un sobrepeso, se hace un desdoble, es decir, se reparte la carga en dos o tres nuevos hilos de unos 30 Kg., cada uno.
Transcurridos 12 meses, ya habrán alcanzado una longitud de 70-80 mm. Y se podrán comercializar, aunque hay quien los deja crecer hasta los 110 mm. Damos por supuesto que todos los mejillones antes de salir al mercado, pasan por la depuradora para que sean aptos para el consumo.
Para ser una primera toma de contacto con estos "musculos" del mar, por hoy es suficiente, pero en cualquier momento lo retomaré, para hablarles de otras variedades y en especial de las que están invadiendo el mercado canario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario