martes, 17 de agosto de 2010

VARIETALES I

En los últimos 30 años se ha popularizado la división entre los vinos varietales, es decir, elaborados con una sola variedad de uva y los vinos genéricos o de corte, fruto de la combinación de una o más variedades de uvas.
Esta moda ha sido impulsada por los productores del nuevo mundo, en especial California, para diferenciarse de los tradicionales productores europeos como Francia, España e Italia, que identifican sus vinos de acuerdo a la región dónde se cultiva la uva, quitándole importancia a la información de la variedad de uva utilizada.
Como ejemplo, un Chablis francés, ha sido siempre un varietal ya que se elabora exclusivamente a partir de la uva blanca Chardonnay, del mismo modo que un Chianti italiano siempre fue un genérico porque puede estar elaborado con cinco o seis variedades de uva.
Según la legislación de cada país, en Europa, un vino puede llevar en su etiqueta el nombre de una varietal de uva cuando está compuesto por un porcentaje de entre el 80 y 85 % de esa variedad. En California este porcentaje desciende al 75%.
Independientemente de estas diferencias en las estrategias de marketing de cada zona productora, resulta primordial e interesante estar al tanto de las distintas variedades de uva y las características que estas transfieren a los vinos que se elaboran a partir de ellas. La idiosincrasia y estructura de un vino están determinadas básicamente por la uva con la que ha sido elaborado.
Cabernet Sauvignon
En muchos países, es la reina de los cepajes tintos, alcanza su esplendor en el distrito de Medoc, Burdeos, Francia, donde se utiliza como base para los mejores y más acreditados vinos del mundo. No obstante es una variedad muy adaptable que conserva sus características primarias en cualquier lugar del mundo en que se cultive.
En España se encuentra presente en algunas latitudes. En unas adquiere un rasgo más salvaje y característico, con tonos de aroma y sabor que recuerdan al pimiento verde. En otras aparecen más frecuentemente aromas y sabores de frutas rojas maduras, con taninos nobles y dulces que dan a los vinos cuerpo sin llegar a ser agresivos.
Por sus características produce vinos altos en tanino, que cuando son jóvenes tienen un paladar recio y duro, con marcada acidez y aspereza, necesitando tiempo para suavizarse. Cuando madura, especialmente en buenos toneles de roble nuevo, este carácter salvaje da paso a unos vinos de gran cuerpo y complejidad, aromas profundos y paladar robusto y carnoso.
Es el cepaje más indicado para la elaboración de los grandes vinos tintos de reserva. Siendo un vino tan robusto es habitual mezclarlo con otras uvas menos tánicas como el Merlot.
Sus aromas primarios más característicos son a frutas negras, moras y cassis.
Malbec
Su mayor cultivo se produce en la zona de Cahors, pero la mayoría de los expertos internacionales coinciden en señalar al Malbec argentino como el mejor de todo el mundo en su tipo. En Mendoza, concretamente en la zona alta del río Mendoza, alcanza su plenitud y su mejor expresión, por lo que es el cepaje fino más cultivado en la Argentina.
En las regiones más altas produce un vino consistente y sólido, de mucho color y cuerpo, sabroso, afrutado, apto para consumir joven pero también indicado para el envejecimiento en roble y la reserva en botella. Bajando el pie de monte desciende la acidez y los taninos, por lo cual el vino es más ligero y madura más rápidamente. Frutos rojos, cerezas, ciruela, son sus aromas primarios.
Merlot
Originario del sudeste francés, es junto al Cabernet Sauvignon la combinación clásica de los vinos de Burdeos, adquiriendo en Pomerol y Saint Emilion, su mayor expresión. También se vienen comercializando monovarietales de esta uva en España, pero adquiere mayor importancia en Chile y California.
Como un área de cultivo importante, el Merlot está teniendo en España un inusitado auge comercial. Durante mucho tiempo se lo consideró y utilizó exclusivamente para acompañar con Cabernet, al estilo de Burdeos. Sin embargo, el descubrimiento de sus aptitudes ha llevado a los productores a desarrollar excelentes vinos varietales de la más alta franja de calidad y precio. Su desarrollo es destacado en los viñedos altos.
El perfil de esta variedad, es muy similar al del Cabernet Sauvignon, aunque menos duro y raspón en su juventud. El Merlot es un vino sumamente expresivo, afrutado, complejo, de taninos cordiales que dan a sus vinos una sensación de cuerpo y a la vez de suavidad. La hoja molida y frutas rojas, destacan en sus aromas primarios.
Syrah
Originaria de Persia fue llevada a Europa por los cruzados. Hoy tiene su zona de preferencia en el Valle del Ródano, Francia, dónde se obtienen los vinos de Cote Rotie y Chateauneuf du Pape.
En Australia, donde se la llama Shiraz, ha adquirido gran importancia y se utiliza en coupages con Cabernet Sauvignon.
En España se encuentra en franca expansión debido a su condición óptima para producir vinos de calidad.
Elaborado como monovarietal tinto, el Syrah posee una poderosa estructura tánica que lo hace muy apto para el envejecimiento en madera y botella. Con el tiempo adquiere un bouquet especiado, complejo, sin perder sus mejores rasgos primarios frutados. Es un vino suntuoso, con textura sedosa, un atractivo deje especiado y un prolongado recuerdo en la boca. Frutas rojas y especias, pimienta negra, anís, comino, se encuentran entre sus aromas.
Cada día son más los amantes y entendidos en vinos, de ahí que haya empezado por distinguir algunas de las varietales más conocidas y utilizadas en el mundo, a sabiendas de que las de mayor elaboración en España, y no digamos en Canarias, no son precisamente éstas, pero todo se andará.
Si a alguien le ha traído a la memoria alguna botella de grato recuerdo, me doy por satisfecho. El capítulo dos, para más adelante. Salud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario