Parece ser cierto, que los egipcios idearon la costumbre de colocar un pequeño pan de trigo en el sitio de cada comensal.
Algo tan cotidiano que para unos es un placer y para otros, por eso de la dieta, un martirio. Pero para no pecar de ignorancia debemos conocer los orígenes del pan y para ello remontarnos a un pasado remoto, el hallazgo fue casual, situémonos en el Neolítico, donde un antepasado del hombre ya conoce las semillas y los cereales, y sabe que una vez triturados y combinados con agua, dan lugar a una especie de papilla, este hombre olvida la mezcla en una especie de olla y al volver se encuentra una torta granulada, aplastada y seca, el primer pan acaba de tomar forma.
A partir ese momento, el pan ha estado incorporado a la evolución del hombre, ha estado presente en revoluciones, conquistas, civilizaciones, hallazgos, ciertamente formando parte de la cultura colectiva del hombre.
Por mi parte en este articulo no quiero a referirme a las cualidades nutricionales del pan, ni a lo necesario que es en nuestra dieta mediterránea, ni a sus componentes, vamos a conocer su simbología, sus curiosidades, en definitiva su historia y esa cultura del pan, que tan vigente está en nuestra existencia.
Desde aquel embrionario primer pan, producto del azar, hasta hoy en día, donde la oferta de panes es tan amplia que sobrepasa las más de 300 variedades, el consumo de este alimento ha pasado por distintas épocas y civilizaciones.
Las excepcionales condiciones que el río Nilo brindaba para el cultivo de cereales, se ha constatado que obedecían a sus persistentes crecidas Se han hallado datos por los que se sabe que durante la IV dinastía, sobre el año 2700 antes de cristo, se confeccionaba pan y un tipo de galletas.
Parece ser que el famoso dicho, Contigo, pan y cebolla, se debe a que el alimento de los egipcios pobres se formaba principalmente de estos dos componentes.
La prosperidad en la panificación se originó de forma importante durante esta civilización, ya que fueron los egipcios los que descubrieron la fermentación y con ella el auténtico pan, el pan fermentado, el pan sin levadura se denomina pan ácimo.El Código de Hammurabi es el primer conjunto de leyes de la historia. En él Hammurabi enumera las leyes que ha recibido del dios Marduk para fomentar el bienestar entre las gentes y habla ya de cerveza comible y pan bebible, refiriéndose al pan y a la cerveza de cebada, ambos elaborados con la mezcla de levadura y cebada. Sin embargo, los egipcios ya que la cebada fermentaba mal, se dedicaron en mayor medida al cultivo de trigo.
Sin riesgo a equivocarnos, se puede decir que el pueblo egipcio apuntaló las técnicas de panificación e instauró los primeros hornos para cocer el pan. Como dato anecdótico, hace tiempo fue desenterrado un horno en las excavaciones próximas a Babilonia con cuatro mil años de antigüedad.
Se atribuye a un historiador francés, el que los egipcios idearon la costumbre de colocar un pequeño pan de trigo en el sitio de cada comensal.
Una vez que los griegos incluyen en su dieta el pan, conocido por ellos como consecuencia de las relaciones comerciales con los egipcios, lo perfeccionan. Siendo estos los que en el siglo III A. C. hicieron un arte de la panadería, creando más de ochenta panes diferentes, dando formas variadas a los panes consumidos en las fiestas religiosas, ensayaban con diferentes masas panaderas, trigo, cebada, centeno, avena, salvado, e incluso masa de arroz, añadiendo a estas frutos secos, especias, miel, aceites, y casi seguro que fueron los precursores de la pastelería.
La torta más antigua, conocida como torta de Corcelles que data del año 2800 A.C., se conserva en un museo de Suiza.
Para los griegos, el pan comenzó siendo un alimento ritual de origen divino pero luego pasó a convertirse en el sustento multitudinario, distintivo de la comida por excelencia.
El pan ácimo, sin fermentar, era calificado como un manjar, siendo este alimento nombrado en varios escritos de filósofos y poetas griegos, Homero, Platón, Ateneo, lo que simboliza que la cultura del pan ha estado vigente en las más destacadas culturas. El mito de Jasón en busca del Vellocino de oro, para muchos historiadores es una alegoría de las rutas griegas en busca de trigo.
En el pueblo romano, en un principio se limita la elaboración del pan, escogían alimentarse de papillas hechas con harina y agua, por que el pan era considerado por el pueblo como algo exótico, nada alcanzable; sólo se servía en las pitanzas de los señores acaudalados.
Treinta años A.C. en Roma existían más de 200 panaderías dirigidas por profesionales griegos cualificados, en ellas los procesos de preparación y cocción eran efectuados por diferentes expertos y el precio estaba perfectamente reglamentado por los magistrados
En la época del emperador Trajano, se crea una primera asociación de panaderos de carácter privilegiado que contaba con la exención de impuestos, con una estricta reglamentación, sobresaliendo la obligatoriedad de ser heredada la profesión, por los hijos de los panaderos.
Los molinos fueron mejorados, las máquinas de amasar y los hornos, así que hoy en día se les denomina hornos romanos a los hornos de calentamiento directo.
El pan cobra gran importancia en Roma y a comienzos del siglo II d.c, el poeta Juvenal escribió la famosa frase Panen et circenses, Pan y Circo, para expresar cuales eran las dos armas más efectivas para mantener calmo al pueblo romano, la distribución gratuita de alimentos y los espectáculos circenses.
Los panaderos diferenciaban los panes en función de su composición, forma y función, especialmente fabricado para los soldados crearon el panis militaris, que tenía larga duración, esto llevó a que se construyeran panaderías exclusivamente militares donde se almacenaban reservas de cereales y de pan ya que durante sus expediciones de conquistas, asumían una dieta basada en pan y vino, siendo ésta posiblemente la primera asociación de estos alimentos tan significativos en la historia.
Panis plebeius era el pan moreno, que lo comían pobres y esclavos, siendo para los ricos el más valorado de harina blanca.
Roma generalizó la cultura del pan por todas sus colonias, exceptuando Hispania, donde la existencia del pan era anterior a la colonización romana, los celtíberos ya estaban al tanto de las técnicas de amasar y panificar el trigo.
Durante la Edad Media además del cultivo de trigo y de centeno, se continuó con el de cebada pero no se originaron avances notables en la panificación.
En Europa, el cultivo de cereales disminuyó, y con ello aparecieron los periodos de hambre, la insuficiencia del alimento base, la carestía del pan. Es bien sabido que en las épocas de más hambre, el pan es el alimento más preciado.
El pan blanco, en esta época seguía siendo signo de influencia social, sólo asequible para clases ricas y desahogadas. En muchos lugares de Europa los monasterios se convirtieron en los principales productores de pan.
En Francia, en el año 943 surge el mal de los ardientes por el consumo del pan de centeno contaminado por el cornezuelo, hongo parásito que envenena la espiga de este cereal. El cornezuelo de centeno, es un pequeño hongo Claviceps purpurea que parasita en las espigas de ciertos cereales; centeno, trigo candeal, cebada y avena. El consumo de estos cereales, cuyas espinas están parasitadas por este hongo, ha ocasionado epidemias desde el año 857 hasta la actualidad. La enfermedad es el ergotismo, llamada también fuego sagrado, mensaje divino, fuego de San Antonio o fuego de San Marcial, y de este pequeño hongo se obtiene el LSD, uno de los alucinógenos más potentes.
Las metrópolis en la Edad Media empiezan a tener importancia, y a finales del siglo XI nacen los primeros gremios de artesanos de todo tipo de profesionales. Así, la agrupación de panaderos se asocia y se instituyen como profesionales del pan. Al igual que en Roma, al ser el pan alimento base de la población, en esta época, la fabricación y distribución del pan esta reglamentada por el gobierno.
En ambientes de clases adineradas el pan también se utilizaba como plato para ubicar la comida, y una vez usado, se lanzaba a los pobres de los cuales era el alimento base.
En los umbrales del siglo XIX, prospera la agricultura, se hacen indagaciones sobre la harina y se consigue un gran progreso en técnica del molino, aumentando la producción del trigo y consiguiendo una mejor harina. Lógicamente el precio del pan baja al aumentar la oferta y el pan blanco llega a toda la población.
En lo referente a España, como decía anteriormente, es introducido por los celtíberos, 300 A.C. por lo que ya se conocía cuando llegaron los romanos a la península.
En la época mozárabe el cultivo de cereales, era suficiente y por esto el pan era el alimento base de la dieta cotidiana, en cada hogar, cada familia amasaba el que iba a ser su futuro pan, le ponía una marca que lo diferenciara y lo llevaba a cocer a los hornos públicos, donde el panadero cobraba un canon por ello. Durante esta época también se consumía el llamado pan rojo, un pan más rudo, conformado por salvado y harina.
Diversos literatos españoles, desde Gonzalo de Berceo hasta los dramaturgos del siglo de oro, aludieron en muchas de sus narraciones o poemas el pan de la península Ibérica. Y en la España post-renacentista, los pintores más afamados lo representaron en sus bodegones.
Las originarias leyes que regulaban la panificación en nuestro país aparecen en el siglo XIV, cuando en España, principalmente en la zona mediterránea, existen corporaciones de panaderos desde hace más de 700 años.
Con la invención del molino de vapor en el siglo XIX; fueron progresando los sistemas de panificación y se añade una nueva fase a la elaboración del pan, la aireación de la masa; van apareciendo nuevos tipos de levaduras y surgen técnicas mecánicas para amasar el pan; con todas estas mejoras la industria del pan va creciendo de manera vertiginosa hasta nuestros días.
Hoy, cualquiera va al supermercado y puede hacerse con múltiples tipos de pan, ya sean cocidos o congelados , de Canarias o de Alemania, de molde o de pasa de Corinto, pero si algo bueno ha tenido toda esta evolución, ha sido el que cuando nos apetezca, podemos prepararnos los más suculentos bocadillos. El que esté a dieta que no siga leyendo.
A partir ese momento, el pan ha estado incorporado a la evolución del hombre, ha estado presente en revoluciones, conquistas, civilizaciones, hallazgos, ciertamente formando parte de la cultura colectiva del hombre.
Por mi parte en este articulo no quiero a referirme a las cualidades nutricionales del pan, ni a lo necesario que es en nuestra dieta mediterránea, ni a sus componentes, vamos a conocer su simbología, sus curiosidades, en definitiva su historia y esa cultura del pan, que tan vigente está en nuestra existencia.
Desde aquel embrionario primer pan, producto del azar, hasta hoy en día, donde la oferta de panes es tan amplia que sobrepasa las más de 300 variedades, el consumo de este alimento ha pasado por distintas épocas y civilizaciones.
Las excepcionales condiciones que el río Nilo brindaba para el cultivo de cereales, se ha constatado que obedecían a sus persistentes crecidas Se han hallado datos por los que se sabe que durante la IV dinastía, sobre el año 2700 antes de cristo, se confeccionaba pan y un tipo de galletas.
Parece ser que el famoso dicho, Contigo, pan y cebolla, se debe a que el alimento de los egipcios pobres se formaba principalmente de estos dos componentes.
La prosperidad en la panificación se originó de forma importante durante esta civilización, ya que fueron los egipcios los que descubrieron la fermentación y con ella el auténtico pan, el pan fermentado, el pan sin levadura se denomina pan ácimo.El Código de Hammurabi es el primer conjunto de leyes de la historia. En él Hammurabi enumera las leyes que ha recibido del dios Marduk para fomentar el bienestar entre las gentes y habla ya de cerveza comible y pan bebible, refiriéndose al pan y a la cerveza de cebada, ambos elaborados con la mezcla de levadura y cebada. Sin embargo, los egipcios ya que la cebada fermentaba mal, se dedicaron en mayor medida al cultivo de trigo.
Sin riesgo a equivocarnos, se puede decir que el pueblo egipcio apuntaló las técnicas de panificación e instauró los primeros hornos para cocer el pan. Como dato anecdótico, hace tiempo fue desenterrado un horno en las excavaciones próximas a Babilonia con cuatro mil años de antigüedad.
Se atribuye a un historiador francés, el que los egipcios idearon la costumbre de colocar un pequeño pan de trigo en el sitio de cada comensal.
Una vez que los griegos incluyen en su dieta el pan, conocido por ellos como consecuencia de las relaciones comerciales con los egipcios, lo perfeccionan. Siendo estos los que en el siglo III A. C. hicieron un arte de la panadería, creando más de ochenta panes diferentes, dando formas variadas a los panes consumidos en las fiestas religiosas, ensayaban con diferentes masas panaderas, trigo, cebada, centeno, avena, salvado, e incluso masa de arroz, añadiendo a estas frutos secos, especias, miel, aceites, y casi seguro que fueron los precursores de la pastelería.
La torta más antigua, conocida como torta de Corcelles que data del año 2800 A.C., se conserva en un museo de Suiza.
Para los griegos, el pan comenzó siendo un alimento ritual de origen divino pero luego pasó a convertirse en el sustento multitudinario, distintivo de la comida por excelencia.
El pan ácimo, sin fermentar, era calificado como un manjar, siendo este alimento nombrado en varios escritos de filósofos y poetas griegos, Homero, Platón, Ateneo, lo que simboliza que la cultura del pan ha estado vigente en las más destacadas culturas. El mito de Jasón en busca del Vellocino de oro, para muchos historiadores es una alegoría de las rutas griegas en busca de trigo.
En el pueblo romano, en un principio se limita la elaboración del pan, escogían alimentarse de papillas hechas con harina y agua, por que el pan era considerado por el pueblo como algo exótico, nada alcanzable; sólo se servía en las pitanzas de los señores acaudalados.
Treinta años A.C. en Roma existían más de 200 panaderías dirigidas por profesionales griegos cualificados, en ellas los procesos de preparación y cocción eran efectuados por diferentes expertos y el precio estaba perfectamente reglamentado por los magistrados
En la época del emperador Trajano, se crea una primera asociación de panaderos de carácter privilegiado que contaba con la exención de impuestos, con una estricta reglamentación, sobresaliendo la obligatoriedad de ser heredada la profesión, por los hijos de los panaderos.
Los molinos fueron mejorados, las máquinas de amasar y los hornos, así que hoy en día se les denomina hornos romanos a los hornos de calentamiento directo.
El pan cobra gran importancia en Roma y a comienzos del siglo II d.c, el poeta Juvenal escribió la famosa frase Panen et circenses, Pan y Circo, para expresar cuales eran las dos armas más efectivas para mantener calmo al pueblo romano, la distribución gratuita de alimentos y los espectáculos circenses.
Los panaderos diferenciaban los panes en función de su composición, forma y función, especialmente fabricado para los soldados crearon el panis militaris, que tenía larga duración, esto llevó a que se construyeran panaderías exclusivamente militares donde se almacenaban reservas de cereales y de pan ya que durante sus expediciones de conquistas, asumían una dieta basada en pan y vino, siendo ésta posiblemente la primera asociación de estos alimentos tan significativos en la historia.
Panis plebeius era el pan moreno, que lo comían pobres y esclavos, siendo para los ricos el más valorado de harina blanca.
Roma generalizó la cultura del pan por todas sus colonias, exceptuando Hispania, donde la existencia del pan era anterior a la colonización romana, los celtíberos ya estaban al tanto de las técnicas de amasar y panificar el trigo.
Durante la Edad Media además del cultivo de trigo y de centeno, se continuó con el de cebada pero no se originaron avances notables en la panificación.
En Europa, el cultivo de cereales disminuyó, y con ello aparecieron los periodos de hambre, la insuficiencia del alimento base, la carestía del pan. Es bien sabido que en las épocas de más hambre, el pan es el alimento más preciado.
El pan blanco, en esta época seguía siendo signo de influencia social, sólo asequible para clases ricas y desahogadas. En muchos lugares de Europa los monasterios se convirtieron en los principales productores de pan.
En Francia, en el año 943 surge el mal de los ardientes por el consumo del pan de centeno contaminado por el cornezuelo, hongo parásito que envenena la espiga de este cereal. El cornezuelo de centeno, es un pequeño hongo Claviceps purpurea que parasita en las espigas de ciertos cereales; centeno, trigo candeal, cebada y avena. El consumo de estos cereales, cuyas espinas están parasitadas por este hongo, ha ocasionado epidemias desde el año 857 hasta la actualidad. La enfermedad es el ergotismo, llamada también fuego sagrado, mensaje divino, fuego de San Antonio o fuego de San Marcial, y de este pequeño hongo se obtiene el LSD, uno de los alucinógenos más potentes.
Las metrópolis en la Edad Media empiezan a tener importancia, y a finales del siglo XI nacen los primeros gremios de artesanos de todo tipo de profesionales. Así, la agrupación de panaderos se asocia y se instituyen como profesionales del pan. Al igual que en Roma, al ser el pan alimento base de la población, en esta época, la fabricación y distribución del pan esta reglamentada por el gobierno.
En ambientes de clases adineradas el pan también se utilizaba como plato para ubicar la comida, y una vez usado, se lanzaba a los pobres de los cuales era el alimento base.
En los umbrales del siglo XIX, prospera la agricultura, se hacen indagaciones sobre la harina y se consigue un gran progreso en técnica del molino, aumentando la producción del trigo y consiguiendo una mejor harina. Lógicamente el precio del pan baja al aumentar la oferta y el pan blanco llega a toda la población.
En lo referente a España, como decía anteriormente, es introducido por los celtíberos, 300 A.C. por lo que ya se conocía cuando llegaron los romanos a la península.
En la época mozárabe el cultivo de cereales, era suficiente y por esto el pan era el alimento base de la dieta cotidiana, en cada hogar, cada familia amasaba el que iba a ser su futuro pan, le ponía una marca que lo diferenciara y lo llevaba a cocer a los hornos públicos, donde el panadero cobraba un canon por ello. Durante esta época también se consumía el llamado pan rojo, un pan más rudo, conformado por salvado y harina.
Diversos literatos españoles, desde Gonzalo de Berceo hasta los dramaturgos del siglo de oro, aludieron en muchas de sus narraciones o poemas el pan de la península Ibérica. Y en la España post-renacentista, los pintores más afamados lo representaron en sus bodegones.
Las originarias leyes que regulaban la panificación en nuestro país aparecen en el siglo XIV, cuando en España, principalmente en la zona mediterránea, existen corporaciones de panaderos desde hace más de 700 años.
Con la invención del molino de vapor en el siglo XIX; fueron progresando los sistemas de panificación y se añade una nueva fase a la elaboración del pan, la aireación de la masa; van apareciendo nuevos tipos de levaduras y surgen técnicas mecánicas para amasar el pan; con todas estas mejoras la industria del pan va creciendo de manera vertiginosa hasta nuestros días.
Hoy, cualquiera va al supermercado y puede hacerse con múltiples tipos de pan, ya sean cocidos o congelados , de Canarias o de Alemania, de molde o de pasa de Corinto, pero si algo bueno ha tenido toda esta evolución, ha sido el que cuando nos apetezca, podemos prepararnos los más suculentos bocadillos. El que esté a dieta que no siga leyendo.
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