sábado, 4 de septiembre de 2010

EL PAVO

Antes, en Navidad, ahora, como esa parte de nuestra conciencia que nos dice, no engordar. ¿Pero que es el pavo?
Además de todo, y de todas las presentaciones actuales. Tiene su historia, casi algo de lo que hablamos. Parece que es la panacea del no engordar, y sin embargo podemos perder todo lo que real y majestuosamente representa.
En esta primera parte haremos historia y después ya veremos lo que nos dicen los estudiosos.
En Inglaterra, durante el siglo XVIII los pavos se llevaban caminando al mercado en grandes bandadas. Los propietarios habitualmente abrigaban las patas de las aves con pequeños escarpines para resguardarles durante el largo viaje al mercado de Londres.
Por otra parte, un tal Ben Franklin, siempre pensó que el pavo silvestre de Norte América debería ser el ave nacional del país. Por pretendido que fuera, el pavo de sus días no era nada, confrontado como el pavo descendiente, domesticado que conocemos actualmente. El pavo silvestre de los días de Ben Franklin era un ave sagaz de vuelo y de plumaje brillante.
Aunque parezca mentira, había quien no sabía distinguir. Y se distinguen de las águilas, porque los pavos viven en bandadas. Imaginen ver una bandada de aves tan grandes como los pavos cruzando el cielo. Seguro que fue una vista maravillosa. Así mismo, los pavos silvestres tienen el cuello largo y las patas y las pechugas más pequeñas que las aves producidas para la mesa. El verdadero pavo americano fue salvaje y cauteloso hasta el punto de ser un genio, dicen los literatos.
Los seguidores de dietas, ya saben que la parte más apreciada del pavo es la carne blanca de la pechuga. Debido a que a los americanos les gusta la carne blanca tanto, los pavos son criados para producir pechugas grandes.
Nuestros pavos amansados tienen tales pechugas tan grandes que los machos, el pavo tom, no pueden fertilizar los huevos de la hembra, la pava en la forma natural de apareamiento. Ahora, los huevos de pavo son fertilizados por inseminación artificial para la incubadora.
¿Que es en realidad el zarzo del pavo?
El cuello y la cabeza del pavo no tienen plumas; más bien están cubiertos con una piel carnosa y roja. Un apéndice flojo y blando en la parte delantera de la cabeza, que cuelga hacia delante sobre el pico, se llama moco o moquillo. El pavo tiene además un área parecida a una bolsita en la parte anterior del pescuezo, llamada zarzo. La cabeza, el pescuezo, el moco y el zarzo son rojizos hasta que el macho comienza a hacer su “ostento” o danza de apareamiento cuando toda esta área se transforma a un color rojo enardecido y brillante.
¿Se ha preguntado alguna vez por qué la carne de la pechuga y las alas es blanca y la de las patas y muslos es oscura? Y por que nos venden lo que quieren.
La explicación es funcional, que tiene que ver con la función de los músculos, lo que se aplica tanto a los humanos como a los animales. La coloración oscura no se debe a la cantidad de sangre en los músculos, más bien es específica del tipo de músculos y su habilidad para almacenar oxigeno.
¡Glu glu, glu, glu! Les suena de ago?
Pues solamente los pavos machos adultos gorgotean, y a el ave adulta se llama pavo, y a la hembra o pava, hace un sonido de chasqueo o cloqueo, pero la pava nunca gorgotea.
En fotografías o en dibujos, los pavos machos siempre se muestran en momentos de jactancia y engreimiento. Si usted nunca ha visto a un pavo de verdad, la foto o dibujo que ha visto es de un pavo macho y no es la imagen real de como un pavo luce usualmente.La muestra de su plumaje en todo su apogeo solamente dura unos pocos minutos pero se puede observar varias veces al día.
El pavo macho mostrando su plumaje en toda su suntuosidad es muy realzado y de aspecto casi de realeza. Cuando comienza su danza, su cuerpo se tensa y gorgotea a voz en cuello alzando su cabeza, con sus ojos negros de mirada penetrante y recta. Saca su enorme pecho hacia delante. Cada pluma de su cuerpo se para por sí misma y las plumas de la cola se abren como abanico. Sus alas se extienden hacia abajo en forma de cortinas y las arrastra en el suelo al mismo tiempo que golpea con sus patas como si llevara espuelas. Batiéndose en círculo alrededor del patio para que todos lo vean, durante unos pocos y memorables minutos cada día, el pavo es el más fino y resplandeciente en la estancia.
El pavo macho ejecuta este número para llamar la atención de la hembra, por supuesto, la que nunca parece dar una ojeada directamente. Cuando no esta “pavoneándose,” el pavo macho es muy parecido a la hembra, pero más grande. Pero lucirse, no hay ningún animal más experto que lo pueda hacer mejor que el vanidoso pavo macho.
Durante la década de los 70 una expresión, en jerga popular era de llamar “pavo” a una persona que hacía algo majadero. Ser llamado pavo no era un cumplido, en realidad, quería decir que el personaje era incompetente. El símil se hacia con el pavo domesticado, que había sido cruzado y criado en una condición de intensa estupidez.
Hay innumerables posibilidades de por qué se llama pavos a los pavos. Algunos dicen que Colón pensó que la tierra que descubrió estaba conectada con India que tenía una gran población de pavos reales. Colón pensaba que los pavos eran parte de la familia de los pavos reales. El decidió llamarles “tuka” que es la palabra usada para pavo real en la lengua de la India.
Otros dicen que el nombre de pavo viene de los nativos americanos quienes llamaban a estas aves “firkee” que suena como “turkey.”
La novela de Charles Dikens, La historia de Navidad es certificada por popularizar el pavo para la cena de Navidad.
Pero por otra parte, llegamos a la consabida y angustiosa proclamación del Día de Acción de Gracias en yankilandia.
Después del primer Día de Acción de Gracias en 1621, tuvieron que pasar más de 200 años, antes de que el Día de Acción de Gracias fuera proclamado oficialmente como el día nacional de acción de gracias alabanza y oración en 1863. Y muchas más grandilocuencias que prefiero no nombrar.
Hay quien afirma que los americanos aman al pavo, y a la comida basura. (Pero hoy no voy por ese derrotero).
Durante los últimos 30 años, el consumo de pavos en los Estados Unidos ha aumentado calamitosamente. En 1975, los americanos comieron 4 Kg. de pavo por año y en 2005, comieron más de 9-10 Kg.de pavo al año.
El marketing vence, y todo vino, por una persistente editora de revistas llamada Sara Hale, editora, que escribió gacetillas presionando por un día de Acción de Gracias. Definitivamente, después de 40 años de dar el cante, y cartas a los políticos, Abraham Lincoln proclamo el último jueves de noviembre como el día nacional de Acción de Gracias.
Como ustedes saben, nunca llueve a gusto de todos, y la controversia sobre Acción de Gracias se suscitó con Franklin Roosevelt, que en 1939 cambió el día de Acción de Gracias a una semana antes de lo usual para hacer la estación de preparación para la Navidad más larga. Hubo una protesta colosal de desaprobación pública, de modo que en 1941 el Día de Acción de Gracias fue declarado un día de fiesta legal por el Congreso.
Por ponerle, le pusieron hasta baile. El “trote del pavo” fue un zapateo muy popular a principios de 1.900. Los miembros más conservadores de la sociedad pensaron que era un baile contra la moral y trataron de establecer su prohibición el funciones públicas, pero esto solo sirvió para hacerlo más popular. El “trote del pavo” no era un baile gracioso, ya que las parejas bailaban en círculo balanceando sus cabezas como se pavonean los pavos machos. Por consiguiente, este baile fue reemplazado prontamente como mucho más popular y llamado “fox trot” .Esto sucedía en 1941.
Y hoy hasta aquí llegamos, pero nos quedan 65 años de pavo por delante.
Pechuga y ensalada sin aceite ni vinagre. ¿Y a vivir?

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