lunes, 30 de agosto de 2010

PESCADO SABROSO Y SIN ESPINAS: EL RAPE


No cabe la menor duda, que entre los pescados de temporada que nos ofrece el mercado está el rape, (congelado, todo el año) una de las especies más exquisitas, esencia de una general demanda por parte de la cocina moderna. Y es que el rape o sapo, pescado de mar de extraña morfología, posee una carne realmente sabrosa
Verdaderamente su aspecto es llamativo y singular, siendo su característica principal el tamaño de su enorme cabeza y su gran boca en proporción al resto de su cuerpo, por lo que tiene fama de muy feo.
Dispone de un dispositivo de mimetismo para capturar sus presas, que es una maravilla de la naturaleza. Instalado en un lugar adecuado, cuando cree que merece la pena le basta con abrir su bocaza para devorar en un instante a los pececillos que se le han acercado. Tanto Aristóteles como Ovidio lo consideraron como un modelo de inteligencia y de astucia a la hora de alimentarse.
Entre las características principales de este pescado, decía que destaca el gran tamaño de la cabeza y de la boca, pero con el calificativo de rape se conoce a una gran familia de peces marinos vinculados entre sí y que poseen unos apéndices parecidos a cañas de pescar o reclamos con los cuales atraen a sus presas. El rape que se distribuye en nuestro estado como pescado fresco, suele ser de dos tipos, el blanco o Lophius piscatorius Linnaeus y el negro o Lophius Budegasa. Uno y otro se distinguen por el color del revestimiento que encierra sus intestinos, siendo el rape negro el de mayor calidad. Sin embargo, se suele recurrir como producto congelado, entre otras especies, al rape de El Cabo o Luphius upsicephalus, proveniente de las aguas del sur de África.
Vive en el fondo marino y se arrastra por él utilizando unas aletas pectorales transformadas para buscar alimento. El rape blanco o común se distribuye a lo largo de las costas de Europa y América del Norte, desde Barbados hasta las Islas Británicas y Nueva Escocia. Se trata de una especie muy habitual en los mercados pesqueros de nuestro país, especialmente en la zona del Cantábrico. Aunque se puede disponer de este pescado durante todo el año, la mejor época para su compra se sitúa entre los meses de diciembre, enero y mayo, junio y julio.
Está catalogado como pescado blanco, que contiene proteínas de alto valor biológico y cuyo contenido de grasa es muy bajo, por lo que se le puede considerar un pescado magro. Su contenido de grasa nunca supera el 0,5% de producto. Aporta una fuente significativa de minerales como potasio, fósforo, magnesio, calcio, hierro y sodio. Cabe subrayar su aporte de vitaminas hidrosolubles del grupo B.
Para su consumo en fresco, el rape es un pescado que admite múltiples preparaciones culinarias, en salsa, al horno, a la plancha o langostado, llegando hasta tal punto, que a más de un listillo se lo han colado como langosta.
La consistencia de su carne es firme y muy sabrosa y no contiene espinas, debido a que su esqueleto es cartilaginoso, por lo que resulta muy adecuado para los más chicos, las personas mayores y para todos aquellos que no están habituados al consumo de pescado, como algunos que yo me conozco, que no es que no les guste sino que el trabajo de quitar las espinas les resulta muy duro. Asimismo, debido a su bajo contenido graso resulta fácil de digerir y de pequeño valor calórico, lo que favorece a quienes siguen dietas de adelgazamiento, dietas bajas en grasas y a quienes padecen complicaciones digestivas.
A la hora de la compra, debemos tener varios aspectos en cuenta, si se trata de rape fresco, en el puesto de venta debe estar expuesto sobre un plano inclinado y con hielo picado que ha de renovarse periódicamente.
La conservación del rape deberá ser a bajas temperaturas para evitar el desarrollo bacteriano responsable de su pudrimiento y mal estado.
Como es norma general en la pescadería sabremos que está fresco si su carne tiene consistencia dura, sus ojos siguen brillantes y no están allanados y conserva el olor marino poco acentuado. Para que se conserve en inmejorables condiciones lo mejor es comprarlo en el último instante, antes de volver a casa.
Si el consumo se va a realizar en el día o al día siguiente, se debe colocar en la parte más fría de la nevera y si no es este el caso, en el congelador.
No es conveniente guardarlo en el refrigerador más de 48 horas tras su compra, aislándolo del resto de los alimentos para impedir que les transmita su olor.
Si no se va a consumir en el mismo día o al día siguiente, es conveniente congelarlo a menos 20ºC. De esta forma conserva en óptimas condiciones su sabor y todas sus propiedades nutritivas durante largo tiempo.
Para su preparación y como les decía anteriormente, al poder ser adquirido en la mayoría de las costas españolas, es estrella de multitud de recetas regionales, como el rape con papas y ali oli propio de Cataluña; el rape con papas y pimienta de Málaga; la caldereta de las Baleares; la caldeirada gallega; la preparación en salsa verde de Euskadi, así como otros múltiples platos marineros que se pueden encontrar por todas las costas del territorio español.
Es un pescado relativamente caro, porque a su precio de compra hay que sumarle el que no llega al 40% la parte aprovechable, pero aún así merece la pena, por mucha cabeza y poco cuerpo que tenga. Gastronómicamente hablando, por todo el juego que da, en estos momentos figura en uno de los lugares destacados de la culinaria del pescado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario